- FEB '17 MONTANEJOS.

Hemos pasado muchas veces por Montanejos y esta vez vamos a quedarnos el fin de semana para recorrerlo todo con tranquilidad.




Salimos el sábado a las 3 de la tarde rumbo a Valencia, luego la autovía A23 hasta Barracas para tomar café y seguimos por la autovía hasta la salida 71.
La carretera hacia Olba (TE-V-2001) tiene varias aldeas pegadas al río Mijares.








El sol ya se esconde y las fotos salen de pena.








Esta aldea no tiene nada de particular, salvo que se llama LOS RAMONES.








Pasamos justos.








Llegamos a Montanejos de noche.
Observo en Trivago que la habitación vale ochenta y pico euros tachado en rojo, al lado pone 39 de color verde.
Reservamos hotel a 39 € la noche y 5+5 de desayunos, en total 49 €.
Tiene vistas hacia el río. Es el hotel Rosaleda del Mijares.
Muy bueno.








Para relajarse.






Desayuno buffet.








Saliendo del hotel.








Damos un garbeo por la zona.
Como es febrero y de buena mañana el sol no se ve entre montañas.
Y si vienes en verano tampoco ves nada de tanta gente que hay.
























Aguas cristalinas.






















La torre integrada en el hotel, menuda burrada.








El puente principal de entrada a la población.








Ahora vamos al antiguo.
































































Bicha-7 espera al fondo.








Ampliamos la foto.
















Vamos a almorzar en la plaza España.
Está prohibido aparcar.
























Unas Harleys estaban en medio y vino la guardia civil para denunciarlas a todas.
Salimos como conejos cual madriguera y no quedo ni una. Fue asombrosa la capacidad que tenemos de escaparnos de la autoridad, je, je. 








Un garbeo por los alrededores de Montanejos.
















Volvemos tranquilamente por la CV-195.
Ahora estamos en Segorbe. Calle Colón, para ser exactos.








De camino hacia Gátova encontramos un vivero algo diferente a lo que estamos acostumbrados.








































Buena carretera esta CV-25.








Si hay que ir, bueno, el Gatho va.








Arriba el castillo del Real.








Ampliamos foto.








Atravesamos valencia y salimos por El Saler.
Mala decisión, hay un maratón y están todas las calles cortadas.
Nos escapamos por donde podemos y salimos airosos de la situación.
Parada técnica en el embarcadero de la Albufera.








Mucha paz hay por aquí.








Mapa general de ruta.








Algo detallado.



Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

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- FEB '17 CASTILLOS DE MONTEARAGON Y ALQUEZAR.

Visita a los castillos de Montearagón y la localidad medieval de Alquezar.
Tenemos 3 días libres, lo tenemos todo preparado para coger la moto y los del tiempo anuncian lluvias, rayos, truenos y centellas en casi toda España.
Ante semejante panorama cogemos el bólido para no quedarnos en casa con cara de circunstancias.
Luego resultó ser una falsa alarma y no cayó ninguna gota.
Como pille a los del tiempo me van a oir.




Autovía Mudéjar (A23) hasta Huesca y a pocos kilómetros ya tenemos el castillo de Montearagón, en la localidad de Quicena.
















Es viernes no hay nadie, todo para nosotros, je, je.








Acceso libre.
Ahí van unas fotos.
































































































































































Esta foto la saqué meando, jaaaaaaaaa.








































































Esta parte del castillo me daba un poco de yuyu.
























































































Alerón macarrilla, jaaaaaaaaaaaaa.








Probando ángulos parece que el coche sea de juguete.








Tenemos una reserva en el hotel Casa Jabonero para dos noches.
Pillamos la habitación más económica, son 60 € cada noche, alojamiento con desayunos, wifi y parking gratis.
Nos dan la habitación O'Catarron y es muy recomendable este sitio. Volveré.








Damos una vuelta por el pueblo mientras anochece.
















Da la casualidad que hoy tenemos luna llena.
























Asusta un poco ver que a las nueve de la noche no hay nadie en la calle.








El desayuno tiene zumo de naranja recién exprimido, nada de botes ni cosas raras.








Como el pueblo es pequeño vamos andando a todas partes.
































Entramos en una pastelería.








Nos tomamos un cafetito.








Compramos un panecillo para después.








Esto es mi perdición.








El castillo lo abren a las 11, así que vamos haciendo tiempo callejeando.








































































































































Hasta aquí es gratis, si pasamos por esa puerta son 3 € por cabeza.








Los pagamos y nos metemos a cotillear.
















































































































































































































Seguimos callejeando.








Te he visto a la primera, no disimules.








Zoom.








Un paseo por su iglesia.
































Muchas casas tienen buena provisión de leña, los bares más.
















Le damos la vuelta al pueblo y antes de ir al hotel daremos otra vuelta, por si nos hemos dejado algo.
























































Bajaremos a ver la ruta de las pasarelas.
Sorprende que tengan preferencia los que bajan.








Ya estamos en la parte baja.








Yo también estaba, je, je.
















Hacemos la ruta circular completa.
















Más feliz que una lombriz.
























































Ya estamos arriba en la plaza, con un par de horas nos ha sobrado para hacer la ruta.








Ya no da tanto miedo como ayer.








El bar "El Sol" tuvo mejores días.
























































De tapeo en el hotel. Las albóndigas de campeonato. Exquisitas.








Todo bueno.








El desayuno del domingo.








Último adiós a Alquézar y a buscar la autovía A23 hasta Valencia.








Siempre paramos en Barracas y al ver esta lumbre apetece un cacho carne a la brasa.







Lo dos destinos principales de esta crónica.

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