
Punto de reunión, van llegando los compañeros con sus motos, motitos y chicharrillas.
Y también la única moto de marcha china.

Hemos llegado a ver 3ºC y por eso nadie se quita la ropa.


Otra pequeña parada en las paellas que hay antes de Bolulla.






Parece que estén saludando pero todo lo contrario, me dicen que ya está bien que tienen hambre y algunos quieren dos bocatas, je, je.

Llegamos al bar de Bolulla y empezamos por unos mículas, níscalos, rovellones, añísqueles o simplemente por su nombre en oficial latín "lactarius deliciosus".
Sebastián observa atentamente que todos tengan el mismo volumen.

Primo, cada vez pones menos caldo.


Después de un buen almuerzo y tertulias típicas de moteros nos volvemos a casa.







Y ahora de los ocho moteros sólo dos pasamos por Alcalalí para tomarnos la última cervecita. Siempre he dicho que por menos de 100 km no salgo de casa, pues esta vez han sido 102 km.
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