Aquí en el cruce de Castell de Castells en plan tranqui.
Saco mis galletitas de chocolate y disfruto del paisaje retratando a mi Bicha.
Estaba tan tranquilo sentado en uno de mis bancos favoritos que hay repartidos por toda la provincia mirando las motos pasar, se detiene un individuo desconocido y suelta el típico Gathoooooooo.
Observo que va en una KTM 790 y no me es familiar, aparca, se baja, se quita el casco y ahora sí, era el gran Karakoles.
Hemos estado un buen rato de charla y ha sido un placer verte amigo, saludos.
Bajando me meto por una pista facilona.
No quiero complicaciones, me acabo de zampar un apfelstrudel y estoy empachado.
La bajada es espectacular.
Su historial de revisiones aquí:
Aquí hay más murales y persianas pintadas con mucho arte.
Bueno, antes me pasaré a comprar algo dulce.
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