Hoy somos 4 jinetes a lomo de nuestros caballos de hierro, sobre todo el mío, je, je.
Como está cerca y es todo llano voy con la chicharrilla de 125, así descansa la Voge que ya ha pasado de los 100.000 km y merece un respiro.
Solo he puesto dos fotos con motos, esta salida es socio-gastronómica-chascarrillera-beoda-cultural, por lo que en este caso son un simple medio de transporte.
Llegamos y pasan de nosotros, tenemos que pedir que vengan a tomar nota de una puñetera vez porque observamos que las mesas que han llegado después ya nos llevan ventaja y van por el café.
El plato de Vicente tiene buen aspecto aunque debajo de ese queso fundido desconozco su contenido.
Sebastián, Ximo y yo pedimos lo mismo, el típico tortilla francesa-sobrasada-queso manchego.
Me molesta mucho que pida el bocadillo nº 72 de la carta y le tenga que decir yo al camarero lo que lleva para apuntárselo.
No era novato, parecía el dueño.
Si me llega a traer el bocadillo partido por la mitad se lo echo en la cara, son cosas que odio. Cada uno tiene sus manías.
Los bocadillos son buenos y grandes, por ahí se salvan.
Yo también estaba, je, je.
Cara de cómplices con el famoso cremaet.
En la foto parece grande, pero el chupito era del tamaño de una nuez, fijaos en el tamaño del vaso de café y encima el fondo de cristal que tiene este.
Caras de contentos poco antes de saber que nos iban a cobrar 8 € por los cuatro chupitos.
Si llego a hacer un vídeo sería de los más vistos del mes, jaaaaaaaaa.
Susto o muerte, jaaaaaaaa.
Conocemos a unos amigos que hacen miel, tienen cosecha propia y vamos a comprar un par de botes. La tienda está en La Llosa de Camacho.
Y desde aquí a casa porque hace un calor achicharrante y no apetece rodar.
Miauuuuuu.
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