Lo primero es desayunar bien, como toca.
Empezaré con una caña de cabello de ángel y luego pediré otra cosa.
Hago una pequeña parada en este cruce de Castell de Castells que se ha puesto de moda. Este grupo se va y seguro que no pasa mucho tiempo hasta que venga otro.
Menos de cinco minutos y llega otro grupo de "kemaillos".
Ahora el que se va soy yo.
Llego a Cocentaina y aparco donde siempre.
He observado un par de helicópteros y mucha guardia civil.
Hay bastante gente, es un agobio, pero ya lo sabía antes de venir.
Me acerco a ver a las hermanas mayores de mi moto.
Esa es la 900, a la derecha la incomprendida 625 y a la derecha que no se ve está la 800.
Otros años he visto más gente.
Tocaban bien, en esos momentos sonaba "Drive my car" de The Beatles y como fanático me quedé a escucharlos.
Luego me zampo unos churros y me voy, estoy agobiado de tanta gente.
Llego a mi paraíso que es la Carrasqueta.
Degustar un par de magdalenas caseras en la venta Teresa oyendo motos pasar es una gozada para todos los sentidos.
Bajo hacia Jijona, me meto por el polígono y llego a Busot.
Ese castillo ya lo tengo conquistado.
Preciosas carreteras entre Relleu y Sella.
Yo también estaba, je, je.
Paso por Finestrat, Callosa d'en Sarrià y paro un momento en Bolulla a comerme las dos magdalenas que llevo en la maleta.
Unas fotos de postureo otoñal.
La carretera que sube hacia Tárbena es una pasada.
Paro en el bar de Coll de Rates para tomarme un cafetito y un Apfelstrudel y de paso hago unas fotos cuando termino.
Ya bajando paro en el mirador y siempre hay algún tonto que estaciona su moto/coche ahí estando prohibido. Entiendo que para hacer una foto puede valer y luego la quitas, pero este tipo no dejaba a los demás ninguna oportunidad de retratar el mítico letrero. Algunas personas se fueron sin hacer la foto típica. Maldito imbécil, yo te maldigo.
Ya me he desahogado, es que estas conductas me alteran.
Llego a Dénia y saco un par de fotos al reclamo publicitario de esta chatarrería.
He comprado unos gofres para merendar en casa.
Se unta generosamente y se mete 30 segundos al microondas.
Una gozada y más sabiendo que no lleva aceite de palma, je, je.
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