Lo del granizo lo dejo para el final.
Lo del pastelito no era uno, fueron cuatro y seis Miguelitos.
Una visita a este magnífico grafiti de Rótova.
Una visita a este magnífico grafiti de Rótova.
Llegando a Castelló de Rugat (con el radar de tramo da tiempo a pensar) me doy cuenta que hoy cierra la panadería Plaza de la Iglesia de Chella, entonces decido ir por la autovía hasta que me aclare dónde voy a ir.
Veo un castillo y salgo en Chinchilla de Montearagón para fotografiarlo.
Ya solo le faltan los cocodrilos, je, je.
He estado muchas veces aquí.
Como lo tengo cerca me voy a tomar unos pastelitos a La Roda y desde aquí analizo la ruta a seguir.
He decidido ir a ver los grafitis de El Provencio pero primero paso por Minaya para hacer unas fotos al viejo molino.
Llego a El Provencio y voy a fotografiar todos los grafitis que vea.
Esta ruta de arte urbano está dedicada principalmente al mundo del cómic, también hay murales de pájaros, trampantojos y mucho más.
Empiezo por la zona del río Záncara donde están los pajaritos.
Estoy en la zona del parque municipal.
Al principio de la calle Juan Crisóstomo.
Zona del mercado municipal.
En el polideportivo.
Puro arte.
Se llama Voge 650DS. Lo otro es una chica mona, je, je.
El instituto.
Tres más en la calle Pocico.
Frente al ayuntamiento.
Vuelvo con la moto a los primeros que he visto en la zona del río.
Último grafiti por hoy, me acerco a la gasolinera BP (tiene un buen bar), lleno el tanque y con eso ya llego de sobra.
De vuelta a Denia paso por San Clemente y paro en Rubielos Bajos donde mi amigo Juan Carlos tiene este bar llamado Peñarrubia donde hacen buenos almuerzos.
Son las cuatro de la tarde y acaba de cerrar, pero logro que baje de casa para charlar un rato.
Aquí he dejado una caja de mi libro para su venta.
El día estaba soleado pero aparecieron unas nubes cojoneras que asustaban.
Observé que hacia La Roda estaba lloviendo, era la típica nube con la cortina de agua hasta el suelo.
Hacia Motilla y Minglanilla más de lo mismo, la única opción es rumbo este y miraba que se iban cerrando las opciones.
Bueno, cuando parecía que me libraba aparece una nube que no era peligrosa y en Tarazona de la Mancha me cayó una pedregada que duró apenas dos minutos, acabé empapado porque no había ningún lugar para esconderse.
Llego a la autovía de Albacete y sale el sol, pues adelante. Mantengo velocidades de 100-110 km/h y me voy secando rápidamente. Al llegar a Bonete paro a tomar café y sigo la ruta ya completamente seco, el aire ha hecho bien su trabajo.
Llego a Denia sin problemas y con ganas de otra ruta como esta de seiscientos y pico kilómetros.
Miauuuuuuu.
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