- NOV '25 MATINAL MOTERA DE CATARROJA.

Matinal motera de Catarroja, un paseo por la Albufera y vuelta por Cullera, Xeraco y hasta se me apareció Spiderman.




Llego pronto a la matinal motera y aparco en buen sitio, pero como es costumbre en mí voy a cotillear por la zona para desayunar en alguna pastelería.
Casualmente hay tres muy próximas.








Esta se llama "Martinica" y está en la calle Unió Musical.
Voy a empezar suave porque me quiero reservar para ir más tarde a la catedral de las pastelerías que es la Beata Inés y ahí hay que ir con hambre.








A menos de 100 metros en la Avenida Diputació hay otra pastelería llamada "Liaopastel" donde me zampo otro dulce.
Finalmente giro la calle y en la Rey Jaume I hay otra llamada "El Pan de Ángela" que tienen en el escaparate esto que muestro en la foto.
No me puedo resistir a la tentación.








Entro a probar los croissants, no podía ser menos.
Me estoy conteniendo porque me reservo para después darme un homenaje.
Spoiler: Tuve un final infeliz/imprevisto/inimaginable, para llorar.








Vuelvo a la concentración y ya hay más ambiente, pero no tanto como esperaba.
Voy a tomarme una cervecita y por lo menos hacer algo de gasto aquí.
























Como habréis apreciado la excusa de ir a las matinales moteras es para conquistar las pastelerías de la zona.








Me doy una vuelta por la albufera valenciana y sus interminables campos de arroz.
































Puerto de Catarroja.








































Yo también estaba, je, je.
























La Bicha espera impaciente.
















Vuelvo por El Saler y hago la foto típica del embarcadero de la Gola de Pujol.








Está prohibido, queda claro.








Foto dedicada a los cincuentones para arriba que os hará llorar.








Discoteca Puzzle.








El final infeliz que mencionaba al principio era este, la catedral de las pastelerías está cerrada por vacaciones.
Eso no se hace, deberían dejar un servicio de mínimos para urgencias, je, je.
La cara de tonto que se me queda no tiene desperdicio, toda la mañana reservándome sin probar demasiados dulces para pegarme aquí el gran atracón y zasca. Eso duele.








Voy a subir aquí a la montaña de Cullera a pegar cuatro gritos de rabia ahora que no me oye nadie.








Siempre me han hecho gracia esos edificios.








Mi casa está más cerca de la playa, estoy a 60 cm (tres palmos) de la arena.








No me gusta la arena, la odio prefiero piedra.
Llevo 30 años viviendo en primera línea y estoy harto de ver agua y encima salada.
En esos 30 años habré ido a la playa menos de 30 veces, no llega a una por año.
Si he ido es por compromiso, porque tenía visita o algo así.








Desembocadura del río Júcar, aquí llamado Xúquer.
Los romanos lo llamaban Sucro.








Eso es una réplica moderna de una columna clásica con capitel jónico y fuste estriado.
Lo otro una Voge DS525X Black Knight más chula que un ocho al revés.








Hay otra columna igual en la playa del Racó.
Ambas eran embellecedores de los respiraderos de aguas residuales a principios de 1970.








Estoy en el lado opuesto del río frente a la columna y al fondo derecha se ve el castillo de Cullera.








Ese es y pude visitarlo en el año 2014.
Aquí pongo un enlace a la crónica de entonces.








Torre del Marenyet, también en Cullera.








Torre Guaita de Xeraco.








Un lugar muy tranquilo.








Un rato de relax.
Y seguro que os lo habéis creído, estoy pensando dónde me voy a zampar los pasteles que me hacen falta para regular mis niveles de azúcar.








Con el subidón de azúcar que llevo acabo de ver a Spiderman.








Pues no son alucinaciones mías.








Visto en Daimús.








Voy a hacerme una foto que luego no se lo creen.
Y después de esto sigo por la costa hasta Dénia y a Gatho's house. Mañana será otro día.
Miauuuuuu.

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